¿Y si te dijésemos que este otoño es diferente? Ciertamente no nos equivocamos si proclamamos a los 4 vientos que la estación de la caída de las hojas y de los colores pardos trae este año novedades para todos los gustos.

Si bien es cierto que hay elementos, colores y ambientes que queremos conservar en nuestros hogares, os aseguramos que hay un aire de novedad. Además, ninguno de nosotros somos los mismos del otoño pasado. Puede que se repita la estación, pero somos nosotros los que marcamos la diferencia y reclamamos espacios nuevos.

Hoy te invitamos a dar un paseo por aquellos elementos que van a quedarse en casa y los que vamos a despachar para abrazar las tendencias más novedosas.

Refugio convivencial

Cada uno tienen su propia concepción de lo que debe ser un hogar. En corto todos nos entendemos si decimos que un hogar es una casa donde se respira un ambiente acogedor y personal. Por eso aquí hablamos de muebles, decoración, estilos y tendencias, pero al final la elección de aquel elemento único o el toque final es cosa de cada uno mismo.

Cuando esa casa la hacemos nuestra significa que ya la podemos llamar hogar por cuanto nos reporta la seguridad y el descanso que anhelamos. Cuando aparcamos el trabajo y nuestras responsabilidades fuera de casa y por fin llega el momento del descanso, necesitamos un lugar, un refugio donde podamos decir “ya he llegado a donde quería”.

Dejamos atrás el frío, la humedad otoñal y nos sumergimos en un océano de mullidos sofás, cojines, mantas y colores que nos transmitan paz y sosiego.

Esto son cosas y sensaciones que queremos conservar. Pero ¿Por qué este otoño es diferente? En este tiempo la realidad ha superado la ficción y una pandemia nos ha sometido y obligado a quedarnos en casa más tiempo del que estamos acostumbrados. Las paredes que siempre han supuesto un refugio se convirtieron para muchos en un espacio demasiado estrecho sobre todo en aquellos hogares donde conviven varias personas.

Es cierto que todos necesitamos nuestro espacio, pero si queremos ensancharlo por que no es posible salir a la calle y gozar del aire y la luz del exterior, entonces tendremos que con-vivir. El espacio convivencial que para algunos no era mucho más que una zona de descanso pasajera se convirtió en un lugar donde había que estar todo el tiempo.

Elementos naturales y sostenibles

Ahora que ya sabemos el por qué de las cosas, vayamos a ver el cómo.

De alguna forma, el estar todos implicados en la pandemia, se ha despertado una conciencia colectiva que, si en un primer momento sólo era para expandir noticias malas o medio buenas, poco a poco fuimos tomando conciencia de nuestras responsabilidades como ciudadanos. Por este motivo se ha reforzado también la conciencia de cuidado de la casa común.

Esto, aparte de reciclar los residuos que generamos o utilizar con cabeza agua, luz y gas, también se ha materializado en la opción de muebles y otros elementos fabricados con materiales sostenibles. Metal, vidrio, piedra o madera han cogido protagonismo más allá de la presencia anecdótica en nuestros hogares.

Son materiales que no enmascaran su interior. La madera es madera de árbol, el metal no tiene capas externas o internas. La piedra no puede ser un elemento más básico por su sencillez. El vidrio es transparente de forma intrínseca. Al utilizar estos elementos no hacemos más que elegir la honestidad: nada de superficialidad. Que nos rodee la naturalidad y lo auténtico.

El color y las texturas del otoño

Las hojas de los árboles son marrones y el cielo es gris. Esto es lo que sabemos del otoño hasta un punto que es difícil disociar de la propia palabra. Por supuesto podemos decorar con las mil y una opciones de la gama de los marrones y de los grises. Incluso introducir colores fríos para que los cálidos y los neutros resalten y sean verdaderos protagonistas. Buscar el contraste en la decoración del hogar es nuestra especialidad.

En Camino a Casa no sabemos asesorar sin echar mano a la audacia que nos da la creatividad. Por ese motivo y para que aproveches tu tiempo, te invitamos a bucear entre los distintos tapizados de sillas, sofás, puffs, sillones y cabeceros. Pronto te darás cuenta de que las formas y colores más tradicionales son llevados más y más lejos en creaciones que no dejan a nadie indiferente. El color mostaza, el terracota o todos los tostados son colores muy otoñales combinados con verdes y azules sacarán lo mejor de sí mismos.

Buscar el contraste con estas combinaciones es decir a la calidez, serenidad y la calma, pero diciendo no al aburrimiento y el tedio. Saber de forma inconsciente lo que tus sentidos van a percibir y ver todos los días lo mismo puede aportar cierta seguridad por cuanto la rutina nos brinda estabilidad. Pero también hay que poner límites y por contradictorio que suene hay que poder controlar el exceso de lo predecible con elementos impredecibles.

Luminosidad, espacio

El espacio siempre es necesario. Todos buscamos maximizar el espacio que tenemos que compartir con los demás. La sombra es el límite de la luz y la luz es el espacio. Si expandir las zonas de convivencia no es posible por los límites propios de los muros del hogar entonces debemos ganar luminosidad. Si no podemos ganar en luz natural por falta de ventanas entonces debemos multiplicarla con espejos. Tambiénpodemosatenuar la oscuridad con lámparas distribuidas estratégicamente para que cada espacio se diferencie de forma que nada quede al azar y la casa sea una estancia hecha de diferentes ambientes.

El otoño ha llegado y pasará como cada año. Pero el tiempo en el que el cielo esté gris y las hojas de los árboles sean marrones es un tiempo que no debemos desaprovechar. Que no pase esta estación sin pena ni gloria por nuestros hogares. Que los colores vistan nuestros muebles y que el frío y la humedad se queden fuera y podamos compartir el abrazo de la calidez de los tejidos y los colores con las personas que hacen de nuestra casa un verdadero hogar.