Mesas de centro

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¿Qué importancia le das a tú mesa de centro?

La mesa de centro llama la atención en cuanto entramos en el salón. No se trata de un elemento que se pueda dejar al azar. Si nos despreocupamos del centro del salón, toda la estancia tendrá un aspecto poco personal.

Por descontado, debe estar siempre ordenada. Esto para algunos significa que cada cosa que hayamos puesto encima para decorar esté en su sitio y para otros quiere decir que esta esté totalmente despejada. Lo importante es que la mesa de centro no se vea descuidada.

El uso de la mesa de centro es algo muy personal

La mesa de centro puede ser una pieza más dentro de la decoración del hogar, pero la mayoría buscamos funcionalidad aparte de estética. Así y todo, cada cual es muy libre de hacer uso de ella como le venga en gana, claro está. En realidad, es una mesa polivalente como no lo es ninguna más de la casa. Andando el tiempo, ha pasado de ser una mesa auxiliar más a una mesa imprescindible.

Los niños lo saben muy bien

Las familias con niños pequeños saben de lo que hablamos en este post. Tener una mesa que está ubicada entre el sofá y el televisor y que además tiene una altura adecuada para los niños pequeños es proporcionarles el centro neurálgico para todas sus actividades y aventuras. Merendar, pintar con papel y ceras, saltar desde la mesa de centro al sofá o leer cuentos son solo algunos de los entretenimientos de los que todos hemos disfrutado en nuestra infancia.

La tendencia en puericultura aconseja siempre que les proporcionemos muebles y utensilios adecuados poniéndolos siempre a su alcance para que ellos mismos vayan ganando independencia. Esto se traduce en poner en casa muebles apropiados para su estatura.

Un elemento muy confortable

Los adultos solemos utilizar la mesa de centro de otras maneras menos lúdicas. Nos sirve para socializar con las visitas. El café y la sobremesa suelen tener lugar en este espacio cómodo y desenfadado. Tras una comida, el sofá, el café y la mesa de centro propician animadas conversaciones en buena compañía.

Cuando toca descansar, la mesa de centro nos vuelve a proporcionar lo que necesitamos. Frente al televisor, podremos disfrutar de la cena con una bandeja apoyada sobre ella. Si además la mesa de centro dispone de algún compartimento para guardar los mandos de la tele o incluso una manta, la convertimos en un mueble indispensable para el salón en los momentos de relax.

Cada salón con su mesa de centro

Dada la cantidad de materiales, colores y formas de las distintas mesas de centro que podemos adquirir, hagamos un somero repaso para ver cuál es el efecto que surten según su acabado y el entorno donde se van a ubicar.

Luminosidad en la estancia

Cuando la luz no sobra en el salón, lo más efectivo es utilizar mesas de centro lacadas en blanco. Su efecto multiplicador de la luz ayuda a que remita la oscuridad en la estancia.

Elegancia y tradición

El mármol es un acabado especial para una mesa. Es un material noble que embellece cualquier lugar. Esta piedra natural combina de manera singular elegancia y tradición en la superficie de la mesa de centro.

La madera contrarresta espacios fríos

La veta de la madera proporciona calidez al tacto y a la vista. Sea cual sea la variedad de madera que elijamos para nuestra mesa de centro, nuestros sentidos se verán recompensados con una sensación confortable y hogareña.