Hay objetos que forman parte de nuestras vidas casi por costumbre. Las hay más o menos modernas, de colores, tapizadas o no, de diseño, con cuatro patas, con dos o con una. Con respaldo, sin respaldo; para la cocina, para el dormitorio... lo que está claro es que son imprescindibles en nuestras casas y en nuestra vida. Pero, ¿cuándo se inventó la silla tal y como la conocemos ahora? ¿Para qué? ¿Sigue teniendo el mismo uso?. No se sabe con certeza en qué año se inventó la silla tal y como la conocemos en la actualidad. Al parecer las más antiguas son las sillas romanas y griegas, datada la más antigua de 600 años antes de Cristo. Estos primeros modelos de sillas tenían respaldo y estaban hechas de materiales nobles como el mármol. En estas épocas, no cualquier casa contaba con la suerte de tener sillas entre su mobiliario. En un primer tiempo, la silla denotaba cierta posición social y era un artículo de lujo. La gente común utilizaba taburetes o bancos de madera. Hasta aproximadamente el s.XVI no empieza a darse un uso más común al mueble. Los modelos más antiguos de sillas conservadas en la actualidad, provienen del antiguo Egipto y estaban hechas de ébano y marfil o madera dorada. Algunas incluso tienen incrustadas piedras preciosas como gemas. Los motivos representados en las sillas siempre eran bestias o animales de la época, especialmente leones. Una de los ejemplos de sillas más antigua y famosas, se encuentra en la Basílica de San Pedro en Roma y pertenece a la época romana.